lunes, 12 de noviembre de 2012

Sahumerios, el poder purificante del humo


Ya en épocas muy remotas era habitual utilizar el humo como medio para limpiar, purificar, para alejar las energías negativas o los malos espíritus.




Numerosas son las culturas que a lo largo de la historia se han valido del humo. Médicos y sanadores, profundamente influenciados por sus creencias religiosas, se ayudaban con los sahumerios para alejar el mal del enfermo, al que muchas veces se consideraba poseído por fuerzas malignas.

De forma inconsciente, estos profesionales de la curación aplicaban sobre sus pacientes una gran fuerza sanadora, la del humo. Aunque no conocían en profundidad su potencial limpiador y purificador, sí que supieron beneficiarse de él en sus prácticas.

Igualmente, los sahumerios han formado parte de las religiones desde muy antiguo, siendo una especie de ofrenda para los dioses, una manera de llegar hasta ellos. Todavía hoy en día el uso del incienso es habitual en muchos ritos.




También es frecuente su uso en los ejercicios de relajación o durante la meditación.

Pero dónde alcanzan su máxima importancia es en los rituales mágicos. Los sahumerios forman una parte importante de las tradiciones esotéricas, donde quemando incienso, esencias, aceites o plantas se logra restablecer y equilibrar las energías. El humo al ascender forma un canal de purificación que limpia el ambiente de energías negativas ayudando a realizar el ritual ya que permite alcanzar la armonía energética tanto de los participantes y como del lugar.

El recipiente en el que se van a quemar las sustancias elegidas es conocido sahumerio, sahumador o pebetero.




Dependiendo del propósito que se persiga deberemos elegir el aroma más apropiado de nuestro sahumerio. La elección de esta será de gran importancia para que el ritual dé sus frutos. 



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